La levedad de la existencia me sumerge a diario en la misma espiral, el mismo bucle eterno de horas enlazadas a un minutero sin eco de preguntas, sin una sola reflexión hacia la barbarie de seguir consumiendo alientos mirando a las musarañas. ¿Es larga o corta la vida? ¿Da verdadero tiempo a cansarse de vivirla, o agónicamente se nos escapará en un suspiro al final de los días?
Desde la delgada discrepancia que nos ofrecen opiniones contrapuestas, cada vez ando más convencido acerca de que el lenguaje de los milenios no nos ha enseñado nada en absoluto sobre el aprovechamiento propio de la existencia. Ella como tal, en rara ocasión es tomada por la humanidad como el verdadero presente que en sí misma ya supone y, por tanto, acrecentamos la idea de limitarla a un progresivo desvanecimiento de luz, a una opacidad gradual y paulatina a medida que los años van ajando nuestras juventudes, inermes frente a la tempestad que nos suscita adivinar la vejez a la vuelta de la esquina.
La cruel burla de los sentidos es la clave de toda cuestión amigos. Qué sino nos haría deleitarnos en su paladeo cuando tenemos el alma sutil y pecadora; para al día siguiente consumirnos entre oraciones cuando un minuto ya se nos dilata, hasta consumir en su expansión toda una eternidad (Prueben a meditar tal paralelismo embriagados y luego, una plomiza mañana de resaca. Muera el dogma de fe…). Su antagonismo no pasa por el balcón del vecino, sino por la propia azotea, créanme. Nos pasamos toda una supervivencia al completo deshojando margaritas con pétalos de trabajo, de novias, de hijos… Pero al final del camino, uno no puede ser tan inmoral como para exponer su bagaje y contemplar sólo huellas andadas en el camino. Debemos aprender a exprimir la vida hasta que grite, hasta que seamos merecedores de la propia condición del ser humano.
Tenemos la obligación de hacer que el tiempo vuele frenético, apasionado; furioso consigo mismo por no alcanzar a ser más veloz aún. Sólo así podremos serle infiel a la uniformidad del calendario. Sólo así, lograremos abrigar la idea de sentirnos brutal y plenamente vivos.
puedes censurar esto:
ResponderEliminarYa la ví.
Yo he tardado 45 años en descubrirlo....me llevas 17 de ventaja como en otras tantas cosas...eso demuestra que la evolución es una certeza por mucho que se empeñen en lo contrario los "guardianes de la espiritualidad" ...también llamados gilipollas tocapelotas...pero ese es su nombre ciéntifico y no quiero ocasionar despistes..o al menos no deliberadamente.Un abrazo...y como siempre me quito el sombrero ante tí.,
ResponderEliminar¿y no vale ser perezosos?
ResponderEliminarEstupenda reflexión sobre la propia exitencia y la vida, por momentos me has hecho recordar al Sartré de EL SER Y LA NADA.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Saludos!
Pues fíjate q, a veces, yo quisiera q el tiempo volara. Y otras, q se detuviera. Eso me puede ocurrir en el mismo día, así de curiosa es el alma humana y así se compensan los tiempos abstractos de la ansiedad, de la esperanza.
ResponderEliminarUn besico, Miguel.
Dí que sí, hay que vivir la vida, pasa demasiado deprisa.
ResponderEliminarHay que exprimir cada segundo, éste ya no vuelve y lo hemos perdido.
Bonito texto
Un abrazo
Miguel me gustaría escuchar ese grito ...
ResponderEliminarUn beso y feliz fin de semana :)
Nada pues lo imprimo y lo pego en la nevera con un Iman para que no se me olvide.
ResponderEliminarMientras saco el bote de leche lo voy memorizando.
Me gusta... tedremos que aplicarlo!!
Besos y susurros bajitos de LaNiñaMariposa...
Muchas gracias a todos una vez más por vuestra gentil aceptación pero, Niña Mariposa, ¿Por qué lo de ya la ví?
ResponderEliminarExcelente texto y bonito blog,
ResponderEliminarha sido un placer pasar por
tu casa,
feliz semana
un abrazo
Las culturas orientales nos llevan ventaja, sus poderes, para mí ocultos, pero solo con leer sus poemas por ejemplo te das cuenta que para ellos el tiempo, es otra historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nada nada Miguel que no estaba concentrada y he tenído que leer tu texto dos veces...
ResponderEliminarque ya ví la idea principal , con lo que verdaderamente me quiero quedar...
Besicos niño!!!
Muaksksks :^****************
El tiempo...., pasa muy rápido y hay que aprovecharlo, no debemos perderlo, con lo que vale, mirando musarañas y pensando en vez de actuando y disfrutando, yo de esto sé un rato, de perderlo....
ResponderEliminarMe copio el último párrafo y lo pongo en mi casa ok?
Un besito y ya sabes pálanteeee bombón de nata
Buenísima entrada en serio ehh jeje
pisha me coges en un día de esos tontos, no me quiero poner a pensar en la existencia, en la fugacidad de las cosas, en lo poco que hice y lo mucho que quiero hacer.. así que felictarte por tu entrada brillante como siempre y dejarte un abrazo.
ResponderEliminarA veces no es la velocidad o el frenesí los que nos brinda el sentido pleno de la vida. También lo es la contemplación, la calma profunda, la meditación. No creo que el tiempo se pierda si no se corre.
ResponderEliminarMe quedo enganchada con tu manejo de las palabras!...fluyen libremente!
Me gusta.
Un abrazo!
Exprimamos la vida hasta que grite!
ResponderEliminarhola Miguel, me encantó leerte, qué interesante.. y vaya frase : "Sólo así podremos serle infiel a la uniformidad del calendario" yo quiero serle infiel. Volveré! gracias por compartir, un abrazo!
ResponderEliminar...Una semana demasiado dura...jodida!
ResponderEliminarQuizás sea el señor que vino esta mañana,que trajeron, y que lo unico q logra a mover es un parpadeo con sus ojos porque un camion saltó un stop...quizás el chico q aun dos años despues maldice el dia de verano que fue a la piscina y un puto golpe en la cabeza hizo que él dejara de ser dueño de su cuerpo...o quizas es esa joven que cada mañana cierra mi jornada laboral,y que viene con la rabia de retarle a esa enfermedad,a la que aun le pregunta porque coño aparecío sin avisarle...sueña volver poder a tragar... y si la vida se pone de su parte dar un paso..o incluso dos!
Un semana demasiado dura...
Quizas no son ellos...Soy yo.
Yo, ante sus ganas de agarrar,torear y voltear a los comtratiempos para poder seguir disfrutando de esta corrida con la vida...y el vértigo de hacerme sentir brutal y plenamente vivo!
De camino al centro alguien habla en la puerta del corte ingles...del complejo de las uñas...y de la inversion que supone ponerselas de gel....y se me escapa una sonrisa...
Besitos mil. Esterylla.
Vivir es tener el alma despierta y creativa, llenar de espíritu las horas, tener cosas que realizar y a quienes amar.
ResponderEliminarSentirnos vivos es fundamental, disfrutar todas las pequeñas cosas, no sólo pensar en el destino al que queremos llegar, sino y sobre todo disfrutar el camino.
Un cariñoso abrazo Miguel
hola tienes un buen blog y tus textos son maravillosos espero que siguas escribiendo. Te sigo un beso
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