RÁFAGA DIURNA

"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única".

Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

MI JARDÍN DE LOS RECUERDOS


Rumbo perdido en la vida de tantas miradas
que esconden la pena en pañuelos bajo la almohada.
Niebla que inunda los parques cargados de besos,
sueños nadando en la orilla que deja el silencio.

Porque no puedo olvidar tus labios amargos,
si arrecia el temporal te subes a mi barco
y nos vamos a navegar.
Hay que ver cuanto has tardado
que los años han pasado
y la gente no es igual.

Abro a cada paso mi jardín de los recuerdos,
hoy la lluvia no son sólo
gotas de agua sobre tu pelo.
Pero cómo pasa el tiempo
que en la cuna me hice viejo
y sólo quedan estos niños
sin cometas en el cielo.

A las raíces profundas no llega la escarcha
y cubro de sal el camino que lleva a tu casa
para que nunca se hiele el sendero de vuelta;
para que nunca me olvides si cierras la puerta.

EL PESO DEL ALMA

"¿Cuántas vidas vívimos?. ¿Cuántas veces morimos?. Dicen que todos perdemos 21 gramos en el momento exacto de la muerte, todos. ¿Cuánto cabe en 21 gramos?. ¿Cuánto se pierde?. ¿Cuándo perdemos 21 gramos?. ¿Cuánto se va con ellos?. ¿Cuánto... Se gana?.
21 gramos, el peso de 5 monedas de 5 centavos, el peso de un colibrí, de una chocolatina... ¿Cuánto pesan 21 gramos?."

21 Gramos

ENTRE BAMBALINAS

Por fin llegó el día, hoy toca Gran Teatro, hoy toca volver a Cáceres, a tocar de nuevo otro cachito de cielo en los ojos de la gente, esa gracias a la que seguimos aquí otro año más. Apenas resta una hora y furgo dirección norte, seguro que será otro sueño cumplido, como el de recitar mañana en Zafra de la mano de mis hermanitos Jorge y Jose, con nuestras caras pintadas de cera y las letras derramadas en la boca. Pero el Sábado será mi día, al menos el mío, el primero en que me arrope por completo con mi bendita gente llegada desde un rinconcito allá en el Sur, toda mi gente con mayúsculas, todos mis amigos desde la infancia, mi familia, mi hermano, mi madre... Y tú, que eres el más grande y como tal me oirás desde la reserva de palco que siempre te guardo a la izquierda del pecho; no osaría mezclar dioses con mortales. Sé que me darás toda la fuerza para sostener el frenetismo desbocado para ir luego al Marcelo Nessi la semana que viene a repicarle los corazones a los chavales que no tuvieron tanta suerte por un rato; para irnos el sábado a comernos Vigo de punta a punta del mapa y rematar al día siguiente bajo los focos de Ponferrada. Volveré la semana siguiente por Talavera para llevarnos el penúltimo pellizquito de aliento antes de culminar en Madrid bajo el discurso del Gran Wyoming. Luego ya vendrán los malditos turrones, portales y ratos de olvido, pero al menos estaré de nuevo en casa, con los míos, tirando palante, como siempre, palante. La una ya... Me voy a la ducha, que comienza el espectáculo.

CONMIGO MISMO

"...Puede que yo sea la única persona sobre la faz de la tierra que sepa que eres la mujer mas fantástica de la tierra, puede que yo sea el único que aprecie lo asombrosa que eres en cada una de las cosas que haces, y en como eres con Spencer, y en cada uno de los pensamientos que tienes, y en como dices lo que quieres decir y en como casi siempre quieres decir algo que tiene que ver con ser sincero y bueno, y creo que la mayoría de la gente se pierde eso de ti, y yo les observo preguntándome como pueden verte traer su comida y limpiar sus mesas y no captar que acaban de conocer a la mujer mas maravillosa que existe, y el hecho de que yo si lo capte me hace sentir bien, conmigo mismo ¿Eso es algo malo para poderte tener cerca para ti?"

Mejor... Imposible

ANTÍPODAS

"...Mientras no defiendas la incoherencia del coherente frente a la coherencia del incoherente, jamás podrás ser mía. Un mundo sin locura sería para mí demasiado mundo y la locura sin mundo, querida, el único rincón donde creo alcanzar a olvidarte."

(Retales de mis noches de desvelo)

AGUA PASADA

Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.

Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los móviles que insultan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.

Lo atroz es no querer saber quién eres,
agua pasada, tierra quemada,
que de igual esperarte o que me esperes,
que no seas tú entre todas las mujeres,
que la cuenta está saldada.

Las canciones de amor que no quisiste
andan rodando ya por las aceras,
las tocan las orquestas de los tristes
pa' que baile don nadie con cualquiera.

Las maletas que llegan sin tu ropa
giran perdidas por los aeropuertos,
la pasión cuando pasa es una copa
de sangre desangrada en el mar muerto.

Remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos,
cuando al punto final de los finales
no le siguen dos puntos suspensivos.

J.Sabina

SE NOS FUE DE LAS MANOS

Se nos fue de las manos el ansia por recuperar el tiempo sumado y perdido, por mirarnos sinceros a la cara y reirnos del paso de estos años que tanto nos dieron y quitaron desde que Don Juan nos viera crecer bajo su bigote en aquel pupitre verde. Porque hay gente eterna como nosotros, que envejece peinando canas pero jamás crece. Se nos fue de las manos la vida, sin saberlo nos fue haciendo más sabios cada día hasta crear este amago de adultos en el que sin querer nos hemos convertido.

Se le fue la mano al día entre puentes y arena, con la Maru cazando gaviotas y el levante agazapado en una duna. Se le fue la mano a la noche coleccionando guiños en alcohol, con el gruñido de la policía y nuestros divinos carnavales en la guitarra, con el nuevo destierro de los borregos y la guinda al pastel lejos de casa... Dará gusto maltratar tanto este cuerpito siempre que de acompañarnos por enésima vez en la madrugada se trate, cuando deba perder una vez más el crédito la gente al vernos rozar los 30 juntos todavía, cuando uno continúe siendo orgulloso valedor del tesoro que encierra desde antaño esta amistad que ni se compra ni se vende, porque siempre fue consciente de que el camino antes o después nos juntaría para siempre.

Se nos fue de las manos, esta vez sí. Bendita la hora en que por fin pudimos saldar cuentas parciales con ese pasado que no desunió pero sí distanció nuestras sendas. A la saca amigo mío, porque como bien sabes, esto es luego lo único que queda. Te espero en la próxima parada con la sonrisa desatada y el corazón latiendo rumba tras el telón

EL DISFRAZ DEL AIRE


"Error funesto es decir que hay que comprender la música para gozar de ella. La música no se hace, ni debe jamás hacerse para que se comprenda, sino para que se sienta."
Manuel de Falla


Yo creo en la música, es lo que da sentido a esta vida, la esencia absoluta e inamovible de la misma. La música es el arma más poderosa de este mundo, pero sólo para los que sabemos oirla. La música es la conexión directa a las estrellas, lo que nos unía a todos en armonía cuando aún flotábamos en el vientre materno sin saberlo, el por qué ansiado; el principio de causa. La música es el lenguaje de la vida, hay que amarla más que a la propia vida, incluso más que a uno mismo. Desde pequeños la sociedad fue cerrándonos los oídos a base de hipotenusas, visigodos, cordilleras y frases subordinadas, ahogándonos el don divino de escuchar los labios de una alondra, el azote de un maizal, el desplome fatigado de una ola que vino a morir a la orilla. El idioma del mundo y su verdadera Torre de Babel.

A los melómanos natos nos contaminan las directrices del solfeo y sus partituras. Sólo nos reconfortan los acordes llanos y sucios en su ejecución, las melodías sin batuta, sin recargo. Simples, valientes y magníficas por su carencia de artificio y pureza de embuste. Notas canallas, maleducadas y callejeras que sólo andando por el filo de la navaja esbocen una sonrisa. La música no se aprende en los libros, está ahí afuera, saltando de alma en alma, obviando a los desagradecidos y anclándose al corazón sonoro; el que hasta en el latir sabe acompasar el ritmo del universo. No son cuerdas, vientos ni sones percutivos, es el disfraz del aire. Ese que se cuela bajo la piel sembrándotela de mariposas. Entra por el oído y agiganta al niño que llevamos dentro dándole el empujoncito necesario para enamorarse una tarde de domingo, inflándole el pecho con la armonía de un arpegio hasta gritarse en la garganta con la furia de los siglos que paciente supo esperar el ser humano para parir un piano, una guitarra, una flauta travesera...

Son los instrumentos los dedos del verdadero Dios, el que guarda el secreto de los tiempos encerrado en el tronar de una tormenta, el chapoteo de la lluvia o el crujir de la tierra yerma. Escuchar es algo que se hace intencionadamente, mientras que oír es algo que sucede independientemente de nuestra voluntad. Por eso podemos oír sin querer. En cambio, es imposible escuchar sin querer porque dentro del concepto de escuchar está la idea de intencionalidad. Quien sepa oír y escuchar con el corazón, podrá decir que realmente ha vivido.

LA BELLEZA DEL MUNDO

"...¿Quieres ver lo más bonito que he grabado en mi vida?.

Era uno de esos días en que está a punto de nevar y el aire esta cargado de electricidad. Casi puedes oirlo, ¿verdad?. Y esa bolsa estaba bailando conmigo, como un niño pidiéndome jugar. Durante quince minutos. Es el día en que descubrí que existe vida bajo las cosas, y una fuerza increíblemente benévola que me hacía comprender que no hay razón para tener miedo, jamás.
El video es una triste excusa, lo sé. Pero me ayuda a recordarlo, necesito recordarlo. A veces hay tantísima belleza en el mundo que siento que no lo aguanto, y que mi corazón se esta derrumbando..."

American Beauty

LOS OJOS DEL VIENTO

"El gato no nos acaricia, se acaricia contra nosotros."
Conde de Rivarol (1753-1801) Escritor francés.


Sobre los acantilados muere la tarde. Sobre los pinos que devoran las entrañas de su roca en busca del carente y agónico sustento muere una vez más el día. Día que un día nosotros quisimos hacer día, acotando su amplitud a un abanico de veinticuatro horas, así como en su día otorgamos a Noviembre las lluvias, a Julio el bochorno, y al año cero el advenimiento del primer comunista. Fuimos nosotros, con atuendo de época, quienes otorgamos su santificación al santo, a todos los santos, no lo hizo el carácter divino redentor del dios padre todopoderoso; él en su bendita omnipresencia no bajó de los cielos a canonizar a ningún siervo, hoy tampoco lo hace; seguro que prefiere aguardar la primavera para poder pasear pintoresco de nuestros hombros entre cornetas y tallado a manos del hombre; a mano humana y pecadora.

Sobre los acantilados pesa el espanto del suicidio, inmerecido rango del estado mental para una mole cuyas paredes en estratos lamen a olas los siglos desde milenios anteriores a la edad del hombre. Cuando nómadas frutales aún no habían oido nombrar la magestuosidad del mar, ya las gaviotas habían colocado a orillas del oceano en los surcos del precipicio su nido de algas y las golondrinas marinas revoloteaban alegres bajo un cielo diáfano y límpido. Somos tan mortales como ellas, desde las cavernas hasta el ejecutivo más ambicioso, pero nuestro afán por endiosar nuestra causa promulga tiempos nefastos gracias a nuestra eterna sabiduría.

Se nos olvida mirar, mirar a los ojos del viento. Él arrastra en su corriente las edades del poniente y el levante; él barrió de calima medio mundo cuando la vida quiso brotar, y sembró de polen la yerma llanura hasta tupirla de verde cuando aún no éramos ni de lejos un proyecto de futuro. Él es tan viejo como la tierra y tan sabio como el fuego, hizo respirar a todos y cada uno de los miembros del trillón de especies evolutivas que, en estos pasados cuatro mil quinientos millones de años de volcanes en bíblica erupción, tuvieron la enorme suerte de no pisar nuestro camino. Nosotros, como homo sapiens evolucionados (ironías de la vida) llevamos apenas medio millón de años frotando una con otra dos piedras de sílex para lograr esa chispa tan celosamente conservada en las entrañas del mundo. Pregúntale al viento por qué tuvimos que venir a latir a las venas de este mundo, por qué no nos barre de la faz con nuestras malditas miserias ególatras. Pregúntale si valió la pena darnos aliento, ahora que nos miramos a la cara y lloramos, porque el mundo por fin ya es nuestro.

PRENDÍ LA FLOR









Prendí la flor de lis en tu pelo,
prendí la flor de lis sintiendo
que se me escapaba el tiempo.

En tus besos serios, fieros,
prendí la flor y en mis dedos
sentí que todo marchita,
que todo se nos escapa
como los trigales lentos,
lentamente hacia el olvido;
lentamente, sin remedio.

No pasa el tiempo desde que te fuiste,
no hay meses ni años en el calendario.
Soy como el árbol volcado
que no acaba de secarse.

Un tango arrabalero y dulce,
tan dulce como la melaza
quiero mi vida escribirte.
Quizá para recordarte
que el amor sólo es entrega
y que a veces, oro es
lo que junto a ti reluce.

Un tango pendenciero y triste
quisiera amor escribirte.
Como una noche de farra,
como un amanecer en una cama extraña.

Tango de la lejanía,
del amor de un solo bando.
Lo que sentí junto a ti
jamás lo sentiré en otros brazos.

(Manolo García)

EL COMPÁS DE ESPERA

Tumbado en la cama de este hotel anclado en las afueras de Navarra, con el sonido del telediario de fondo y la soledad que otorga la distancia a la bolera que ahora pueblan mis compañeros de grupo, el mundo se hace lento. El girar de las manecillas se embriaga de tedio cuando me sobrevuelan los despojos de la hambruna de sueño, la sobrecarga de vivencias a menudo se derrama de la retentiva de mi mente, se me desborda la capacidad de plasmar en el recuerdo tan magna desproporción de anécdotas en contínuo nacimiento.

A escasas dos horas del comienzo de una nueva batalla en el escenario, reparo en el callado rumor que arrastran a su paso las nubes. Nubes que poco a poco encapotan de gris la tarde noche de este viernes de resaca inusitada bajo la batuta y comandancia del señor de los vientos de la montaña. Quiero oir el reposo, la monotonía de las vidas que colindan esta habitación. Vidas de paso, vidas con vidas tan lejanas a la mía como lejanos van quedando los recuerdos que imborrables nos parecen despues de cada actuación.

Estoy tranquilo, estoy bien, quizá demasiado como para subir conectado tras el chequeo de camerinos. Supongo que de algún modo los mas de cuatrocientos conciertos que llevamos paridos en el camino aminoran la adrenalina del preludio, es bueno descubrir esa conciencia de madurez que sólo en el letargo de este previo logro saborear. Corren malos tiempos para la lírica, pero siempre nos queda el aplauso que nos alimenta cuando la fortuna descarrila. Siempre nos queda el baúl de sonrisas en la gente, pronto no sabremos donde meterlo. Siempre quedamos nosotros, los míos, mi familia entre acordes. Qué suerte la mía vivir en este submundo de acoples, carretera y top manta, por nada cambiaría este pellizquito aquí adentro, ahora que el sosiego se va diluyendo, la paz se despide; comienza el espectáculo.

CALLE ESPRONCEDA


"Siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar al futuro."
Graham Greene (1904-1991) Novelista británico.



Los primeros besos limpiaron mi calle Espronceda de gomitas de Petisme allá por los noventa. Macetas en el alféizar y sacos de arena explotando en la lúgubre azotea de mi vecina. Vi deambular pausados los minutos desde la perspectiva que me daba el zócalo bajo de mi casapuerta repleto de indios de colores al acecho de una caravana de Playmobils. Jugué tanto, tanto... Sobre alfombras, sobre mesas de bar, sobre arena, sobre escalones sin limpiar... Amé a mis He-mans y mis Gi-Joes como sólo un corazón limpio puede llegar a amar. La sagrada religión de los coches que compramos por cientos "ancá Kacún" para poblar de carreteras la azotea del Zájara, a ratos con el tapete del Pro Action Fútbol, a ratos con Hero-Quest y Cruzada Estelar. A ratos con castillos, barcos piratas, helicópteros, fuertes y zoológicos de los Clics; a ratos con cartitas de fútbol y porterías de cartón con redes de cebolla, pero siempre allí, en las impolutas losas de aquella azotea en compañía del girar de la lavadora y el olor impreso a ropa limpia que embriagaba nuestro conileño barrio.

Los primeros besos exiliaron al molino viejo a los cuerpos que hasta entonces moraban, como en pisos de realojo, zagales con los dientes picados y monedas de cinco duros. Allí, bajo lluvia y levantera, desde "ancá Cati" hasta el garaje del Rubio, continuan danzando entre la chatarra del coche desguazado nuestras naves espaciales pintadas a tiza y dirigidas desde el tubo Black Trinitron del televisor que despiezamos en busca del imán mas poderoso de la tierra. Allí seguirán por los siglos de los siglos nuestras tiendas con mis dibujos a Plastidecor de Goku, Óliver y Benji; de conchitas pintadas y sobres sorpresas de a duro, nuestras cruces de mayo, los bocatas de chorizo picado, el afilaó, los insectos que cazamos con formol y un cazamariposas desvencijado. Se quedan allí la bañera amarilla de mi padre, el pimplato y la comba con la que un día no nos sentimos mariquitas, Hotel y los cromos de Panini. Se quedan para siempre nuestro Club Megamix (que no Megatrix), Trafalgar 33, el ladrillo en el Talbot del demonio, nuestras camisetas heavys, la apendicitis el día de Lola Flores, los teatros nocturnos, nuestras mil y una noches jugando a la botella, Jaimito's boys... Tanto cabe en una calle.

Los primeros besos asesinaron mis vinilos de Duncan Dhu y tapiaron nuestras chozas bajo tierra. Me arrancaron de cuajo las ganas de coleccionar los "Toi" de Bollycao y los troquelados de los Power Rangers. Ellos fueron los que te robaron el balón amarillo y rojo de los Phoskitos, los que nos metieron la vergüenza en vena mientras jugábamos a ser Tortugas Ninja en los montones de arena; los que llenaron de adosados nuestro campo de Bicicross, nuestro campo de fútbol, nuestro campo de beisbol... Aquellos besos incineraron los libros de autoaventuras en la calle de Agustín y Pepe, mandaron al olvido a la moto azul de Robustiano el abuelo de Coral y nos despojaron de nuestro bien mas puro, la inocencia. Con ellos crecieron de golpe Mari Carmen, Antoñita, Lucía, Paqui, Juana Mari, Antoñito, Kiko, Fran, Mari Loli, Anita, Coral, Agustín, Pepe, el Rubio, el Rizo... Y a nosotros dos, amigo mío, también se nos fue de la mano el conejo de la suerte.

(Del Vivas con cariño pal Zájara)

CAMINANTE NO HAY CAMINO

"...La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida."
Cervantes



Proclamando libertades nos fuimos en el ocaso del verano a Barcelona, a darnos cuenta de cuan ancha puede ser Extremadura, poblando de banderas un escenario aliñado con morcillas y cerveza. Así repetimos poco despues por Vic, con su estandalache de propagandas al mejor postor, sus cantantes a capela, sus estrafalarios percusionistas con tuberías y cubos...

Divulgando franqueza regresamos a Madrid con un caballo de madera y Migueli con su percuta por los suelos. Gente entrañable y cuatrocientas gargantas coreando en la capital nuestras benditas malditas canciones. La noche se hizo larga, tanto que fueron tres a falta de una. Hubo paradas de metro que me azotaron con la nostalgia de tiempos pasados pidiendo con Jose en los vagones y durmiendo en el Retiro, esa primera picardía que inculcaba un mundo aun por ordenar de manos del niño poeta. Acudimos a "El Larguero" para poner cara a las voces que me encajaron los dientes desde zagal, y caradura a los que aguantaron hasta la una para oir nuestra sarta de idioteces. Miren fue simplemente fantástica, ojalá pronto recorramos tambien la patria vasca.

De allí a Salamanca con el eterno Camelot y unas escaleras plagadas de negros recuerdos, cena rapida en el burguer, ducha acelerada en la habitación de Nuria y muchas risas con Joaqui. Las copas y la afición ecuestre siempre fueron de la mano. Guadalajara al día siguiente fue resaca en vena, una sala heavy palmeando rumba, la sorpresa en la mirada ante tan buenagente. Los chavalitos que no tenían para la entrada, Celima en la mesa de sonido, Baileys con 2 hielos y una partidita al Tetris. Los camerinos con "Fran Perea el que lo lea" taladrados de boquetes, recogida de cables y pal hotel de cabeza que no puedo con mi alma. Toledo llegó a las pocas horas con sus tapitas de medio día, la comidita en el bar del camarero que no le sirve albóndigas a Jose y un montaje distraido. Camerino engalanado, graves que se cuelan, pilas que se agotan en la guitarra, y otra vez la tropa de Guadalajara que se encaja a vernos pidiendo el eterno "A tu lado"... Cubatas por doquier, Conchita y a la furgo de vuelta apenas digerida la madrugada.

Murcia seis días después se llamaba 8 horas de carretera, una y pico perdidas buscando la Sala (que al final resultó estar a un minuto del hotel), y un sonido de lujo. Qué maravilloso es cuando suenas bien, sólo desde el escenario se puede llegar a comprender en toda su amplitud este aparentemente sencillo concepto... Luego del bolo, cumpleaños por todo lo alto con Jose y Joaqui hasta que por fin cantó el gallo a las 11 de la mañana. Cervezas y cervezas, pizzas, Loquillos y Barricadas entre gente con tan buen rollo como para desear volver pronto. El regreso, una odisea grua incluida por un depósito vacío y el temporal arreciando en plena llanura... Así somos, de aquella manera, y nos quedamos filosofando hora y media sobre piedras y flores que crecen en la nada. A veces una nube es mucho más que gotitas de agua.

En el horizonte inmediato vislumbro Pamplona, Valladolid y Navarra; otro saco de experiencias y sueños cumplidos que desgraciadamente uno no acostumbra a valorar.
El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene. Bendita mi suerte de pertenecer a este rebaño de cabras.

SINCERAMENTE TUYO








No escojas solo una parte,
tómame como me doy,
entero y tal como soy,
no vayas a equivocarte.

Soy sinceramente tuyo,
pero no quiero, mi amor,
ir de visita por tu vida,
vestido para la ocasión.
Preferiría con el tiempo
reconocerme sin rubor.

Cuéntale a tu Corazón
que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.
Del derecho y del reves,
uno solo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.
Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio.

Y no es prudente ir camuflado
eternamente por ahí
ni por estar junto a ti
ni para ir a ningún lado.

No me pidas que no piense
en voz alta por mi bien,
ni que me suba a un taburete
si quieres, probaré a crecer.
Es insufrible ver que lloras
y yo no tengo nada que hacer.

J.M. Serrat

NADA DE CHUCHERÍAS

"...Empieza el juego, quien no haya llegado ya no juega. Se precisan 1000 puntos. El primer clasificado ganará un carro blindado nuevo. Menuda suerte. Cada día leeremos la clasificación por ese altavoz de allí, al último clasificado le colgaremos un cartel que dirá: Asno. Aquí en la espalda. Nosotros estamos en el equipo de los súper malos que gritan sin cesar, quien tenga miedo pierde puntos. En tres casos se pierden todos los puntos: los pierden, uno, los que empiezan a llorar, dos, los que quieren ver a su mamá, tres, los que tienen hambre y piden la merienda. ¡Nada de eso! Es muy fácil perder puntos, porque hay hambre. Yo mismo ayer perdí 40 puntos porque no pude aguantar y pedí un panecillo de mermelada. De albaricoque. Y el de fresa. Y nada de chucherías porque nosotros no os las vamos a dar, nos las comemos todas nosotros. Yo ayer me comí 20. Me duele la barriga. Pero estaban buenas. Os lo aseguro. Perdonad que me vaya enseguida pero estamos jugando al escondite y sino me tocara parar..."

La Vida Es Bella

YO, MI, ME, CONTIGO

Aquella noche, la misma que hoy por capricho del calendario, aún era yo. Aún no sabía que las palabras y el afecto podían sentirse tan carentes de todo, tan vacías; llegar a valerme de tan poco... Aún hervía la enésima sopa de sobre y se mascaba el humo del Chester de después. Sonaba la radio aquí, justo enfrente del río, con los mosquitos poblándome el techo. Yo seguía pendiente como los últimos días de si por fin un presidente negro a la mañana siguiente sería el amo y señor de los rumbos de nuestras vidas, ganaba por goleada en casi todos los estados; tragedia republicana, y la noche era apaciblemente fría. Un par de días y dejaría los 26 aparcados en ese huequito de la memoria en que archivo mi colección de años pasados, cada cual con sus mejores y peores momentos; me dormí con el transistor cargado de porcentajes, lo que es la vida... Amaneció, y al sonar el móvil mientras me lavaba la cara frente al espejo, murió el niño que un día fui; para siempre

Ayer fue hoy. Hoy era feliz, hoy era normal. Hoy tenía una novia que me quería, un grupo al que dedicar cada minuto de mi vida, ventura en el hogar y una clase de guitarra esperando mi llegada. Hoy era mucho más simpático con la gente, condescendiente con las injusticias ajenas; infantil ante un mundo que ofertaba sólo cosas buenas, las que el vecino envidiaba de mí. Exactamente este día y a esta hora el suelo era firme, mi presente era estable, mi futuro sólido, el desamor un pánico aterrador, la zozobra suspender un examen, el dinero un mero tropiezo, el firmamento sólo estrellas, la nostalgia un capricho, el vértigo miedo a las alturas, llorar...

El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas... Yo cuento los días para escupirle a Dios a la cara.

EL MAR DE LAS PESTAÑAS

Yo jamás podré comprarte aquel vestido que siempre quisiste tener, jamás posaré en tu anular sortija más valiosa que la mirada que un día nos una de por vida; pero te mostraré la luna con los pies enterrados en la arena, como sólo las gaviotas saben ver.

Yo jamás claudicaré a la suciedad de este mundo, a sus prisas, a su monótono desfile de ánimas acicaladas con traje de domingo y su correcto cumplimiento del deber. Yo nunca olvidaré los rincones en que me hice mayor, las esquinas en penumbra donde el cielo se hizo tierra por un ratito; ratito de gloria tan grande como una vida encauzada por los que realmente tanto me quisieron. Yo nunca amaré ciudades por encima de pueblos, pueblos llanos de barbarie y miel, tan sinceros que a codazos me estiraron el alma hasta hacérmela inmensa.

Yo jamás prometeré besarte, mas llegará un día en que descubras cuantos de mis besos te caben en la boca. Jamás abandonaré por ti mi senda, mas serás tú quien por verdadero amor quiera caminarla conmigo a cualquier precio por verme feliz, por sentirme pleno. Yo jamás dejaré que por pena te cuelgue el mar de las pestañas, será mi saliva quien calme tus desvelos cuando el ansia ahogue tu risa, cuando creas estar sola bajo la cúpula del firmamento. Yo no tendré entonces para ofrecerte querida, más que la acera que de mi mano camines, mas que un cobijo de tormentas bajo mi pecho henchido por el hechizo de tu voz; mas que canciones que se derramen de mi garganta hasta verterse en tu oido, acariciándolo con cada letra que del corazón brote para únicamente lograr hacerte feliz... Sin embargo para ti, será mucho más que suficiente.

Yo jamás vestiré de plata fina tus enseres porque lo material es demasiado etéreo para tan magna diosa, demasiado volátil para un cariño eterno, demasiado tangible para prenderlo de un sentimiento tan puro como el nuestro. Nunca podré hacerte tan mía como realmente quisiera por no humillar al diablo, mas me conformo con borrar de tu frente los abriles que te entristezcan, con trepar de tu trenza a la sutileza de un cuello de nácar, a su piel de melocotón maduro; a la zozobra que adivinen las alondras de mi cabeza cuando por fin poses tus labios en los mios y se detenga el giro del cosmos, el conjuro que hizo de la nada vida...

Yo nunca pensaré si te quiero, porque en el momento en que lo haga habré dejado de quererte para siempre.

EXTRAÑOS

"Rió nerviosa.
- No sé qué me ha pasado. No te ofendas, pero a veces una se siente más libre de hablarle a un extraño que a la gente que conoce. ¿Por qué será?
Me encogí de hombros.
- Probablemente porque un extraño nos ve como somos, no como quiere creer que somos."

La Sombra del Viento