RÁFAGA DIURNA

"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única".

Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

CON LA PUNTA DE LOS DEDOS

"Mira dos veces para ver lo justo. No mires más que una vez para ver lo bello."
Henry F. Amiel (1821-1881) Escritor suizo.


Hoy pude abrir mis ojos al despertar y levantar sobre un mullido colchón abrigado de sábanas limpias. Pude reposar el peso de mi cuerpo sobre un par de rodillas que flexionaron a mi antojo para llevarme a la ducha. Allí el agua era mesuradamente tibia y el calefactor barrió cualquier atisbo de frescor al salir de ella. Me tuve enfrente cara a cara conmigo mismo para con mi último modelo de maquinilla seccionarme el asomo de barba, tuve un peine para el desenredo y ropa impoluta sobre la silla. Pude apagar el interruptor porque ya antes mecanicé la cotidianeidad de encender la luz para todo, reparé un segundo en la magia del urbanismo que tanto nos acomoda la existencia y fui condescendiente con las cavernas y la nación sioux. Luego, me avergoncé de tirar de archivo viviendo tan sólo a dos pasos de la nada que cruza el estrecho.

Me dirigí a una nevera con sus perfectos refrigerios y pude elegir envase, por tamaño y color, en forma de sabroso y nutritivo desayuno a la par que giró la lavadora y me volví a conectar con el mundo en las noticias de la tele. Pude gozar de la grandiosidad de contemplar los caños de agua en la ventana desde el sofá, bajo un techo seguro. Pude enjuagar los restos bajo un chorro de agua caliente que, de haber querido, jamás dejaría de fluir. Majestuoso el hecho de tener la gallina de los huevos de oro en tu propia casa, agua para mí, toda cuanta me apetezca derrochar sin dar más pasos que los que separan cocina y salón.

Pude cerrar bajo doble llave mis pertenencias y conducir mi yo a la calle, antes también pude escribir algunos renglones más de mi próxima novela para disfrute de mi propio paladar. Pude gozar del viento en la cara, azotándome la monotonía y desgarrándome las ansias de alzar el vuelo de éste mundo. Pude reír con los amigos, ver el mar y fumarme un cigarrito en la orilla. Pude oír el arrullo del levante, barruntando temporales desde la línea del horizonte acercándose poco a poco, con la parsimonia de quien ve venir irrevocable el espectáculo de cielos iluminados. Pude volver al nido, al abrigo de los míos, pude sonreírle a boca llena a la vida por hacerme sentir una vez más parte del mundo, por intuir ese universo de estrellas que me empequeñecen la soberbia. Por dejarme leer un ratito más; por dejarme disfrutar ésta bocanada de aire, sin añorar unos labios que no llegan.

7 comentarios:

  1. bonita forma de reflejar lo dichosos que somos por tener todo lo que tenemos,es importante ser conscientes de nuestra fortuna.

    pero...de verdad estás escribiendo una novela????ésto si que es un regalo de Reyes!(llegue cuando llegue.que yo no te meto prisa,simplemente la noticia de su existencia es ya por sí misma un regalo)

    un besin

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  2. Con la punta de los dedos...

    solo eso.

    Con la punta de los dedos...

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  3. jajajaj... No, lo de la novela es cierto, pero cierto hasta el final, inclusive el "para deleite de mi propio paladar". A veces hay que guardarse las cosas sólo para uno mismo, éste es uno de los casos. Besos y mordiscos

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  4. Sin duda las pequeñas cosas del día a día, las más insignificantes y a la vez las más importantes, un texto hermoso e intimo.
    Gracias por tu comentario en mi blog, amigo, lo veo exagerado, no me vas a convencer de lo que yo veo como "nada del otro mundo", je,je. Si alguna vez a los duendes no les viene inspiración (cosa que dudo) ya sabes que los guardo en el cajón.. Un abrazo..

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  5. ohhhhh,bueno pues nada,seguiremos esperando a otra!

    un besazo

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  6. Entre la sombra y la luz...es maravilloso ver la forma en que nos "regeneramos" y cargamos las baterías espirituales cuando estamos cerca de los que nos quieren.Espero escaparme en unos dias para veros.Un abrazo

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  7. que bueno que te guste!
    también a veces me pongo a pensar en lo loco de las comodidades que tenemos y casi nunca notamos..
    saludos desde buenos aires!

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