RÁFAGA DIURNA

"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única".

Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

BESOS DE VESANIA

Hay un placer en la locura que sólo los locos conocemos. Es a base de cavilar esas espirales de lógica, los retorcidos bucles de la razón, la vida y su libre cautiverio, el amor y sus difuntas golondrinas; como llega esta cuerda demencia a su estable devenir, a la simpleza de respirar pausadamente, al embrollo de hacernos mayores con tan poca delicadeza.

No hay loco de quien algo no puedas aprender, amigo cuerdo, por más que persigas lo contrario, por más que justifiques tu cómoda rutina.

Yo salto a tu altura y domino tu rasante, yo embauco a los maridos y beso a sus mujeres con la misma dulzura que encierran tus labios, yo bebo a morro; fumo y canto la paz entre hombres y su guerra al olvido, yo miro a la muerte a los ojos temiéndola también, con las fauces al acecho, con la piel hecha jirones.

Eres tan sabio como yo, yo tan ignorante como tú; más no es la misma moneda con la que pagamos al porvenir ambos nuestro viaje sin retorno, nuestro paseo por la vida. Muchas cosas no te atreves a emprenderlas, no porque sean difíciles en sí, sino que son difíciles porque no te atreves a emprenderlas, querido amigo que cada mañana me observas ahí detrás del espejo, mi parte dócil, amable y sensata, la coyuntura que apacigua ésta mala educación.

Tú no puedes gritarle a la luna como yo lo hice ayer, como lo hago hoy, como pienso hacerlo también mañana. Tú no le hablas de levedad a la existencia, de fragilidad a la mente, de injusticia a tus malditos dioses. No gozas del rateo en las tiendas, del murmullo vecinal en madrugadas de diario, de un acorde meciendo mis letras. Tú nunca podrás volver a mis calles a plantar las banderas que en noches de guitarra y ron icé en cada esquina, lamiendo escalones, brindando con ojos llorosos entre voces amigas. Tú no logras ver del mar su bíblica grandeza, los recuerdos que encierran sus cimbreadas aguas a los marinos más intrépidos; lo tuyo siempre serán meras olas, la espuma en la orilla y esmeraldas, verdes vidrios pulidos.

Tú quisieras volar conmigo por más que te empeñes con voz trémula en llamarme loco, más sólo alcanzas a lanzarle coces al aire que yo moldeo hasta volverlo poesía.

1 comentario:

  1. Todos hemos sentido alguna vez al amigo que nos mira detrás del espejo, hablándonos de locura, vida, amor... poniendo trabas para que veamos las cosas difíciles, pero tú no debes dejar que te embauque con sus cuerdas palabras, tú no puedes permitirte dejar de hablarle a la luna de tú a tú, tienes que poder escupirle a la cara a tú dios para rebelarte contra las injusticias, tienes que gozar con lo cotidiano, seguir plantando tus banderas y amando tu MAR y tus recuerdos...

    Porque si le permitieras cambiar tu loca cordura, dejarías de volar como lo haces, con locura furiosa, desatada y dejarías de provocar en los que estamos detrás de este otro espejo, el sentimiento que ya nos es cotidiano de leerte, de esperarte, nada sería lo mismo... porque nos faltaría la bendita locura que nos da vida a través de tus ojos, tú piel y tus sentimientos.

    Eres único, no dejes que nada ni nadie te cambie, un beso...

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