"Las mujeres feas son celosas de sus maridos. Las bonitas no tiene tiempo, ¡están siempre tan ocupadas en estar celosas de los maridos de los demás...!".
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.
El tiempo pasa mientras miras a otro lado. Se muda de mi ser como si aquello no fuera a importarme, como esta ambición de sospecharte y conservar lo embolsado en el trayecto caminado.
El tiempo pasa y sólo quedan estas ganas de ganarte, esta sed que nunca grito, mi verdad en duermevela. Y me hacen sabio el proceder, los días en que no te acuno, pero las noches... Las noches que no estás conmigo me siento deforme amor y se hace tan desbordante tu belleza que en silencio se disculpa por irradiar tanta luz ¿Sabes? Cuando hacemos el amor me vengo de todas las cosas que me han derrotado en esta vida, porque nace el yo juicioso y se le olvida la prudencia, esa vigilancia constante a que tu boca obliga...
Brotas y te vuelves el único punto de contacto con el hombre seguro que un día fui, porque sólo me faltas a todas horas para ser infalible, apenas te necesito en todas partes y ya soy convincente para conmigo mismo, inexpugnable ante la vida. Es que las flores tienen largas primaveras si me besas, es la suerte, que se suicida si te alejas... Porque lejos no me vales niña, porque allá soy sólo acecho. Y te me prendas de este miedo, me entregas una razón que disfrazo de excusa y te me vas en los pretextos que le proyecto a esta lealtad tan mía, tan poco nuestra.
No son celos amor, es que te adivino la evasiva sin saberlo, vaticino la emboscada y se me asfixia el aire, aunque nunca pase nada, pero no puedo evitarlo, me estalla dentro tanta sensatez. Eres tan bonita que no sabré perderte el día que me olvides, por eso te quiero, por eso te temo. La confianza es otra fe, eso que gustan de promulgar los mortales. Nosotros somos algo más que certidumbre, que franqueza ante los ojos. Tú eres yo, mi yo más cierto, por eso te exijo entera, a sabiendas de la locura, de lo injusto de adorarte.
No son celos amor, es que nada te promete mía por siempre y la tranquilidad se hace pedazos, porque quizá te roce el viento y hagas tuya su caricia, o muera en esta presunción de sentirme algo querido en tu universo... No son celos amor, sólo preservo tu aliento de cualquiera con el vigor que otorga tener el ánimo en la cuerda floja. No es más que ser cordial por no llevarte amarrada a mi pecho, prorrogar el incendio hasta que vuelves a abrir la puerta...
No son celos amor, no... Es la estima en estampida lo incierto de saberse vivo.
El tiempo pasa mientras miras a otro lado. Se muda de mi ser como si aquello no fuera a importarme, como esta ambición de sospecharte y conservar lo embolsado en el trayecto caminado.
El tiempo pasa y sólo quedan estas ganas de ganarte, esta sed que nunca grito, mi verdad en duermevela. Y me hacen sabio el proceder, los días en que no te acuno, pero las noches... Las noches que no estás conmigo me siento deforme amor y se hace tan desbordante tu belleza que en silencio se disculpa por irradiar tanta luz ¿Sabes? Cuando hacemos el amor me vengo de todas las cosas que me han derrotado en esta vida, porque nace el yo juicioso y se le olvida la prudencia, esa vigilancia constante a que tu boca obliga...
Brotas y te vuelves el único punto de contacto con el hombre seguro que un día fui, porque sólo me faltas a todas horas para ser infalible, apenas te necesito en todas partes y ya soy convincente para conmigo mismo, inexpugnable ante la vida. Es que las flores tienen largas primaveras si me besas, es la suerte, que se suicida si te alejas... Porque lejos no me vales niña, porque allá soy sólo acecho. Y te me prendas de este miedo, me entregas una razón que disfrazo de excusa y te me vas en los pretextos que le proyecto a esta lealtad tan mía, tan poco nuestra.
No son celos amor, es que te adivino la evasiva sin saberlo, vaticino la emboscada y se me asfixia el aire, aunque nunca pase nada, pero no puedo evitarlo, me estalla dentro tanta sensatez. Eres tan bonita que no sabré perderte el día que me olvides, por eso te quiero, por eso te temo. La confianza es otra fe, eso que gustan de promulgar los mortales. Nosotros somos algo más que certidumbre, que franqueza ante los ojos. Tú eres yo, mi yo más cierto, por eso te exijo entera, a sabiendas de la locura, de lo injusto de adorarte.
No son celos amor, es que nada te promete mía por siempre y la tranquilidad se hace pedazos, porque quizá te roce el viento y hagas tuya su caricia, o muera en esta presunción de sentirme algo querido en tu universo... No son celos amor, sólo preservo tu aliento de cualquiera con el vigor que otorga tener el ánimo en la cuerda floja. No es más que ser cordial por no llevarte amarrada a mi pecho, prorrogar el incendio hasta que vuelves a abrir la puerta...
No son celos amor, no... Es la estima en estampida lo incierto de saberse vivo.
SUBLIME COMO SIEMPRE ENCANTO
ResponderEliminarKAR
Vaya... Pues muchas gracias amiga, sobre todo por la inmediatez, jejeje... Besos y mordiscos.
ResponderEliminarDecía Bauman que donde hay dos, no hay certezas.
ResponderEliminarCelos del aire...ahí lo dices todo, luego solo describes un rebatir de sentimientos para disuadir al aire que te deje mezclarte con él para respirarla...
ResponderEliminarPero que bonito escribes!!!
Muaks.
Un hermoso escrito como todos los que te leo.
ResponderEliminarPrecioso texto y bonita imagen... deja que te diga, que lo tuyo, es pura poesía.
Decia una abuela, "para que el amor no muera, hay que darle siempre tema".
Un abrazo Miguel, y mi felicitación.
La confianza es otra fe
ResponderEliminaresta la destaco
besitos
"...Nosotros somos algo más que certidumbre, que franqueza ante los ojos. Tú eres yo, mi yo más cierto, por eso te exijo entera, a sabiendas de la locura, de lo injusto de adorarte."
ResponderEliminarCuando el sentimiento es de dentro el verbo exigir se torna imprescindible para poder compensar el desgaste de emociones y la pérdida de nuestro yo en el otro....
Un beso....
Un texto que cualquier mujer quisiera que alguien alguna vez le dedique!
ResponderEliminarMe quedo con esta frase:
"Cuando hacemos el amor me vengo de todas las cosas que me han derrotado en esta vida"
Un abrazo
Celos mezcladillos con amor del bueno,de ese que rompe y rasga,que da aire y lo quita,que presta o embarga.
ResponderEliminarEn fin...
Que estás coladito por sus huesos y eso te hace bestialmente genuino,poeta y músico sin igual.
No te quejarás,¿eh?
Ya te digo siempre lo mucho que me gusta como escribes y siempre me inspiras estos comentarios,caramba!
Beso y mordisquito.
Joder que bonito Miguel y como me siento tan identificada... ains!!!! me ha encantado!
ResponderEliminarun beso grande y feliz san juan!
:0 Me has dejado con la boca abierta, precioso niño!
ResponderEliminarEntre parejas y dudas van de la mano amor y celos.
ResponderEliminarGrande Miguel!
bellisimas letras y la cancion...sin palabras!
ResponderEliminarbesos!!!