RÁFAGA DIURNA

"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única".

Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

LA DERIVA DEL TIEMPO


"Tu eternidad es ahora, porque luego no habrá tiempo para nada"


Luis Cernuda (1902-1963) Poeta español.



El tiempo, ese espacio entre nuestros recuerdos.

El tiempo, ese vacío intangible que acabará por matarnos a todos, barriéndonos de la faz del mundo, arrastrándonos a ese pozo donde no habrá ya que guardar apariencias, ni llorar más pérdidas. Ese que hace del hijo padre y del padre abuelo, del árbol ceniza y del amor un soplo de aliento inmortal en las fauces del abismo.

La primavera nunca tiene noches tristes. Si acaso, cortas. Un puñado de horas que se diluyen en segundos al abrigo de un beso eterno es el mismo tiempo que transcurre intentando rescatar lo irrecuperable de una despedida entre dos bocas en un pañuelo de estación, pero jamás dura lo mismo. La edad de nuestra propia existencia hace noche en el hotel del olvido, hasta que una mañana despertamos con el arañazo de una juvetud que se nos ha escapado sin percatarnos, para siempre, sin apenas percibirlo más que en rostros amigos desvirtuados a dentelladas de años. Una arruga es el disfraz del tiempo, la huella imborrable que dejan esos trenes que nunca cogimos.

Aferrados a la costumbre de creer en él, debemos despertar antes de que sea demasiado tarde. Hay que mantenerse en el ahora porque el presente es la única verdad a la que podemos agarrarnos con absoluta certeza. Arrojarse a un pasado insostenible para tratar de reconquistar la nada es como cazar recuerdos enjaulados en pompas de jabón. Aprovecha. Aún hay charcos en las aceras. Mira las estrellas, siéntete nada en la inmensidad del cosmos. Duérmete en las nubes o canta a voz en grito, como un loco en plena calle, pero vive hasta que duela. No existas sin más, no seas. Vive a tumba abierta y destierra los relojes. Fusila esa sensatez que te ata al cumplimiento de dormir junto al rebaño... Estás a tiempo de morder tu sueño o perderlo en la prudencia de ser siempre como el resto. Descarrila tu vida ahora que todo está en tu mano, hoy que nada aún nos derrapa demasiado tarde.

Nos pasamos la vida buscándonos como si sostener la arena pudiera detener el tiempo, en busca de ese algo que jamás llega, pero la vida es implacable; tan maravillosamente despiadada que has de saber vivirla no como una más, sino como la irrepetible aventura que acaricia tu universo con las manos del destino.

2 comentarios:

  1. Qué manera tan bonita de sacudirnos las ganas, de no dejar que nos durmamos al cobijo de esa oportunidad que no llega, si no que tenemos la obligación de ir a por ella. Ruiz Zafón dijo algo así como que "el destino no hace visitas a domicilio". Pues eso. Comámonos la vida antes de que ésta nos coma a nosotros.

    ¡Un puñado de besos!

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  2. y que nos sobre presente,,,siempre efímero...

    Ch,,,

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