RÁFAGA DIURNA

"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única".

Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

AMOR DE ABUELA

"Mis viajes más bellos, los más dulces, los he hecho al calor del hogar. Con los pies en la ceniza caliente y los codos reposando en los brazos desgastados del sillón de mi abuela. No se trata tanto de viajar como de partir".
George Sand (1804-1876) Escritora francesa.




Es ese el que quiero, el tuyo que perdona a los canallas. Un amor de sopa de cebolla, arroz con leche y retrato en blanco y negro. El de la humilde palangana y la merienda a voces por la ventana, con la ilusión mordiendo primitivas y la ternura trepándote la boca. Tú, la pasión que jamás tosió tabaco, la de la vírgen en cajita de madera circulado por el bloque, una semana por alcoba con Marina y Esperanza en su corona. La de los ojos de niña buena viendo crecer nietos en el pasillo, huecos de mal e ignorantes de pecado; con la guerra royéndonos las batallas de camilla y un bóxer llorón en busca de cerillas. Es ahí, en el inmenso cariño de tu beso resonante, donde mueren los billetes y se hace absurdo el progreso aciago de la humanidad, diluido en el universo de tus manos sabias, las que me forjaron hombre en tu escuela de la vida, madre.

Es ese el querer que añoro, el que velaba dichoso ese hijo hasta saberse mi padre. El del nacimiento en el salón, con su río de papel de plata lamiendo el puente a los camellos cargados de cromos. El del Cinzano en la alacena junto a botes de latón, con los paños que engalanan los cestillos de mimbre y el ganchillo recolgando del amable butacón. Ahí vivo por siempre, entre camisas de seda y lechuga para Federico. Aguardando el periódico de Margarita y el timbrazo de Manolo y su pan, que no acaba de mejorar de lo suyo. Con la lluvia de diez años en un balcón siempre abierto, y San Judas rodeado de velas cansado de esperarme. Con los bolsillos remendados del azote de la vida y tus carrillos enfundados en un rosa atardecer por San Juan, al acecho de ese novio policía que jamás llegué a conocer, esquivando al bribón de tu hermano en la pastelería para trocarte esa foto dedicada...

Es ese abrazo a fuego lento la mañana que marché arrojando mil años al bidé, hacia un cielo embravecido en el desvelo de tus noches y las mías. Es el apego a la pureza de vivir en un designio de limpiabotas con burros y carros, con un querer para toda la vida, lejos del humo y la prisa, agazapado en las sobras que nunca te sobraron.

22 comentarios:

  1. Que maravilla de relato Miguel, una joya para una abuela entrañable y maravillosa.
    felicidades por tu prosa poetica y por el sentimiento que transmites y que haces que llegue como un huracán. Un fuerte abrazo amigo, Suerte el sabado en los premios.

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  2. Como siempre, preciosas palabras... y mejores sentimientos...
    un besazo

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  3. "Es ese el que quiero, el tuyo que perdona a los canallas... Es ese abrazo a fuego lento la mañana que marché arrojando mil años al bidé, hacia un cielo embravecido en el desvelo de tus noches y las mías. Es el apego a la pureza de vivir en un designio de limpiabotas con burros y carros, con un querer para toda la vida, lejos del humo y la prisa, agazapado en las sobras que nunca te sobraron."

    Precioso, conmovedor... de verdad, retratas tan fielmente escenas que forman parte de mi vida, que viajo a mi pasado y puedo volver a recrear sentimientos que no podré volver a vivir... si no es a través de mis recuerdos... y en este momento siento tan cerca, conmigo, esos besos sonoros y ese abrazo a fuego lento... que de nuevo, sólo puedo decirte GRACIAS... por empujarme a pasear por mis vivencias...

    Un beso muy fuerte...

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  4. GRande y hermoso es tu prosa como grande y bella es la persona a la que lo dedicas.Has hecho una semblanza de vida ,un viaje por una vida amorosa y dolorida pero que siempre mifra de frente (y eso lo habeis mamado padre e hijo y por ello os amamos vuestros amigos y deudores)...el inicio de una saga hermosisima e inmejorable.Me has hecho llorar lágrimas de cariño y arraigo ,pero han sido lágrimas buenas no de las que duelen sino de las de "gracias a la vida" por permitirme formar a mi modo parte de esto.Un abrazo y besos a la abuela Maruja

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  5. Me trajo recuerdos lo de San Judas…mi abuela lo tenía junto a su cama…
    En realidad, tus palabras me han hecho viajar hacia muchos recuerdos y sentimientos…

    Una preciosa entrada,
    Bsos

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  6. Cuántas risas? ¿Cuántas ilusiones? ¿Cuánto encanto? ¿Cuántas tristezas? ¿Cuánto dolor? ¿Cuánto olvido? ¿Cuánto perdón? ¿Cuántas noches en vela? ¿Cuántos días anhelando despertar? ¿Cuánta entrega? ¿Cuánto trabajar? ¿Cuántos besos recibidos? ¿Cuántas caricias regaladas? ¿Cuántas preguntas a tu almohada? ¿Cuántos suspiros perdidos? ¿Cuánto amor traducido en abrazos? ¿Cuántos hemos seguido tus pasos?........ YA VES MIGUEL, LAS ABUELAS SON MADRES CON UN MONTÓN DE COBERTURA DULCE.
    Un fuerte abrazo de tu simple maravillada, gracias por hacernos recordar a una gran parte del mundo……..

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  7. Inmensamente emocionante, Miguel. Se me encoge el alma en cada lectura; no me basta sólo una, quiero saborear y revivir cada detalle. Vuelvo a sentir como antaño, a recorrer cada rincón de aquella impoluta casa de altos techos, a impregnarme de la fragancia de aquellos dulces recién horneados, de aquellos besos a media luz siempre cálidos y reconfortantes.
    Es curioso cómo, cuando abrimos la puerta de los recuerdos, empiezan a brotar tantas escenas comunes. Me alegra compartir tantos momentos similares porque me permiten oler la felicidad de la inocente niñez. La tuya. La mía.

    No sé si recuerdas (seguro que sí), además de los licores, un cenicero Cinzano triangular de 3 colores. Uno de esos siempre rondaba por casa de mi abuela y, ¿te quieres creer que ahora mi hermana lo está restaurando?

    Un enorme beso.

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  8. Muchas gracias Suso, ya te informaré de los próximos acontecimientos. Felicidades anticipadas amigo!
    Conchita demisentrañas, te eché en falta en los Jedes, supongo que andarás superliada, pero guárdate un besito enorme en la distancia.
    Mercedes, como siempre, nuestra simbiosis eterna haciendo estragos, verdad?? jejej... Me alegro profundamente de lograr colarme en tu pupila.
    Alfonsito... Bueno, huelga una palabra. Eres grande, siempre grande. Un abrazo enorme.

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  9. Sin duda Ginebra, San Judas es de lo más significativo que guardo en el baul de la memoria por suponerse patrón de los imposibles y, a pesar de ello, jamás poder conmigo. Besos y mordiscos amiga.

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  10. Vaya... Parece que la maravillada sigue sin desenmascararse... Con preguntas y palabras tan certeras, puedes continuar en el anonimato amiga. Un besazo.
    No mónica, no. Claro que había un cenicero Cinzano de tres puntas, pero el mío era amarillo, jejej... Sin duda, ofrezco esta amalgama de flashes visuales con la convicción de que todos por igual paladeamos sabores distintos, pero iguales a la postre. Un besito cariñoso hacia tu mundo.

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  11. Muy bello, como todo lo que escribes. Me has traído a mi memoria dulces recuerdos de mis abuelas y sus abrazos y sus besos. Lástima que las perdí demasiado pronto, cuando aun no valoraba que un día me iban a parecer pocos esos besos que tan caros les vendía. Besos

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  12. es que abuelas como las tuyas hay pocas, es la más grande con diferencia, y siempre será mi segunda abuela. besitos

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  13. Que humilde lo del panadero que no se ha recuperado de lo suyo. Muy tierno Miguel eres pura sensibilidad

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  14. Jejej... Me gusta que te quedes con ese detalle Alvarito. A veces las personas que parecen ajenas, acaban por tornarse más familiares incluso que la propia familia. Un saludo amigo.

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  15. Muy tierna y emotiva esta entrada, Miguel!...con olor a familia unida y caserón de tejas!...qué lindo!
    Me quedo con esto..."Es el apego a la pureza de vivir en un designio de limpiabotas con burros y carros, con un querer para toda la vida"


    Un abrazo!

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  16. wow, me encantó tu relato, el espacio, el ambiente y la armonia de los recuerdos. me quedo por más. un saludo. te sigo.

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  17. Qué grande el amor de las abuelas, suerte para quienes todavía las tienen!
    Y qué grande eres tú!!
    Últimamente no tengo mucho tiempo de leerte Miguel, pero cada vez que lo hago me encoges el corazón, y se me empapan los ojos de emoción....:-)
    Besos.

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  18. Uno de los dos o tres relatos tuyos que más me han gustado, literariamente hablando, y que mejor me han emocionado, con emoción de la buena, como dice Alfonso Baro... Total na, la abuela Maruja... Bien sabes que algún día no lejano, junto al recuerdo de la abuela Cecilia, lo diremos también en forma de canción...
    Un abrazo

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  19. Vaya... Todo un honor viniendo de tus palabras amigo mío. Tú diste la vida... Un abrazo.

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  20. Un fuerte pellizco en el estómago, un nudo en la garganta, unas lágrimas rodando mejilla abajo, unos recuerdos a flor de piel... Lo necesitaba.
    Gracias a Manolo el panadero, y a Marina, y a Esperanza, y a Federico y sus lechugas. Gracias a San Judas y a la Virgen de la cajita de madera... Gracias.
    Gracias, por esa forma de contar tus vivencias, que son parte de las mias.
    Gracias. Y sobre todo, GRACIAS ABUELA, mi madre.

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  21. Vine a tu blogg para agradecer que estés en el mio y me topo con tus escritos maravillosos estoy sorprendida ... Soy abuelita mi otro blogg se llama El Sol y La Luna abuelita joven pero que al leer lo que le escribes a tu Abue me has tocado el corazón de una manera que mis lágrimas rodaron por mis mejillas ... Así es Corazón el amor de una abuela es para toda la vida lejos de todo y nunca nunca sobrara nada todo lo damos por ustedes

    Te dejo muchos besosssss

    con un querer para toda la vida, lejos del humo y la prisa, agazapado en las sobras que nunca te sobraron.

    Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄

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