RÁFAGA DIURNA

"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única".

Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

EL FILO DE LA AURORA

"No hay amor sin temor de ofender o perder lo que se ama".

Francisco de Quevedo (1580-1645) Escritor español.


La amaba prendido de su fragua mientras se deslizaba frase abajo. Era cuestión de tiempo descarnarse ante su sombra, estamparse de boca contra su recuerdo... Sólo cuestión de tiempo.

Lo sabía desde antaño, tan callado hacia uno mismo... La amaba. Él la amaba a pesar de lo perdido, de lo sufrido y gastado en aquellos ojos de linda zagala. La quería sin más, con la inmensidad que supone doblegarse ante un latido y no había ya dique que lo refrenara. Porque al cruzar de acera no obviaba perseguir su huella; aquel rastro transitado de su mano tiempo atrás. Se miraba adentro y era incapaz de avistar la tormenta, de divisar apenas sí la tarde en que rasgaron sus caricias con el filo de la aurora... Porque era lenta, tan pausada su indiferencia ante la pérdida, que se había envenenado de anhelo, de codicia infinita ante su boca.

Porque sólo cuando acaba puede añorarse lo vivido, él la amaba. La amaba y necesitaba ceñirse a su cintura; vociferarle su descuido de rodillas ante el mundo para seguir vivo al menos, como gritan los poemas que se escriben con los ojos. La amaba en el dolor de su equipaje, en el idiota que fue al contemplarla marchar sin detener el giro del cosmos... Como un tango hecho astillas entre amantes desolados.

Acababa de verlo en la cuneta, claro y firme al borde del precipicio en que se amaron... era ella. Ella siempre, maldita bendita ella al fin y no lo había advertido hasta éste ahora en que un confín de alusiones los había despoblado para siempre. Y sintió el vértigo rozarle las costillas, ese segundo eterno en que zozobra y vanidad se entrelazan para desertificar el presente. Porque la había perdido como se pierde la luna al descolgarse del techo del cielo, cuando al devenir de la noche próxima... vuelve para no regresar.




11 comentarios:

  1. muy bueno Miguel! muy muy bueno! que grande eres tio! jaja

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  2. Ese avismo que a veces es el amor... Precioso!

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  3. Y morirme contigo si te matas
    Y matarme contigo si te mueres
    Porque el amor cuando no muere mata
    Porque amores que matan nunca mueren
    (Joaquín Sabina)

    El peor de los amores es aquel que se hace eterno, aún después de las batallas y de las guerras perdidas... Después el resto ya no importa... No serán mas que una parada en el camino, un puerto mas en tu destino... Y con suerte, coges billete y pasas de largo...

    Maldito y bendito aquel que pudo encontrárselo de frente una sola vez en Su vida.

    Yo tuve esa suerte y morí cien veces cada día... Después, todo me supo a poco y ya nada... me supo a vida...

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  4. después de leerte, emocionarme...al ritmo de las caricias que nos regalas de Clapton, no me salen las palabras...es un nudo en la garganta, un poema en mi mirada...lo escribes tan bello!!
    mis felicitaciones, una vez más...

    Un beso!!

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  5. Sé que no le va mucho a la entrada mi coment pero he hilao he hilao y ... Naa! Que tenía que soltarlo! Joder y que agusto me he quedao Jaja me pilló en momento bajón,
    abrazos maestro!

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  6. Jejeje... Grande Carlitos!! Ánimo compadre, tu no hablas; compones cuando lo haces... Un abrazo fuerte compañero

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  7. ufff tocada! jejje me encanta!! siento perderme en cada una de tus letras, una maravilla... pa variar :P Besinos grandes.

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  8. Que calas como lluvia de febrero...que cambias estados como el viento...que escribes desde muy dentro ...como una sinfonía que se va desgranando poco a poco...un abrazo,Miguel

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  9. "...Porque era lenta, tan pausada su indiferencia ante la pérdida, que se había envenenado de anhelo, de codicia infinita ante su boca."

    Bendito veneno... cuando el anhelo y la codicia se unen se transforman en DESEO... en estado puro, salvaje e infinito... porque desear por siempre a alguien le convierte en eterno....

    Un beso...

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  10. La capacidad de sangrarse el alma en cada latido sin medida...

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  11. Era cuestión de tiempo volver a tu casa, gracias por todo, rompes con todo el laberinto que tengo, que mire hacia donde mire todo es negro, en tu casa encuentro paz.Gracias por escribir estas palabras... Mis besos simples pero mas maravillados para ti.

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