
Se le fue la mano al día entre puentes y arena, con la Maru cazando gaviotas y el levante agazapado en una duna. Se le fue la mano a la noche coleccionando guiños en alcohol, con el gruñido de la policía y nuestros divinos carnavales en la guitarra, con el nuevo destierro de los borregos y la guinda al pastel lejos de casa... Dará gusto maltratar tanto este cuerpito siempre que de acompañarnos por enésima vez en la madrugada se trate, cuando deba perder una vez más el crédito la gente al vernos rozar los 30 juntos todavía, cuando uno continúe siendo orgulloso valedor del tesoro que encierra desde antaño esta amistad que ni se compra ni se vende, porque siempre fue consciente de que el camino antes o después nos juntaría para siempre.
Se nos fue de las manos, esta vez sí. Bendita la hora en que por fin pudimos saldar cuentas parciales con ese pasado que no desunió pero sí distanció nuestras sendas. A la saca amigo mío, porque como bien sabes, esto es luego lo único que queda. Te espero en la próxima parada con la sonrisa desatada y el corazón latiendo rumba tras el telón
pocas cosas dan tanta satisfacción como recuperar amigos que,aunque no se perdieron,si se distanciaron,la vida,los caminos,obligaron a ese distanciamiento pero no al olvido,eso nunca,la amistad verdadera siempre persiste,a pesar de todo,sin rencores,sin echar nada en cara,ahi estan siempre presentes...
ResponderEliminarrecientemente he recuperado algo asi,y no sabes como disfrutamos nuestras reuniones...